ORGASMO SIN SEXO

Excitación, altas temperaturas, me tiemblan las piernas, mucho nervio, un sudor frío me recorre el angosto y no muy estrecho cuello. Que decir? Que hacer? Como empezar? Como encarar? A pesar del miedo al rechazo, y la perdida total del pulso, hay solo un motivo que me impulsa a hacerlo… la satisfacción.

Levanto la mirada, veo a mi chica, ella esta ahí… si, esta ahí, siempre lo estuvo, desde la primera vez. Es mi sueño, gran parte de esto es por ella, para ella, a causa de ella. Hace fluir todos mis deseos en simples palabras tímidas y confundibles. Desde aquel primer monosílabo estuvo presente, y hoy lo esta, para ser parte de esto. Ella es mi %50. Ella debe impulsar para que esto comience. Con un mínimo gesto sombrío en su rostro, puedo traducir que es el momento.

Miro a mis costados, esta todo listo, el ambiente se densa especialmente para que los gemidos tengan efecto acústico alguno, en mis oídos un zumbido acoplador me susurra… “ahora”.

Mi corazón para de latir, el sudor realiza un movimiento inverso de abajo hacia arriba, paro de temblar, no miro hacia el frente, solo me impulso a tomarla en mis manos, beber un sorbo de alcohol, y empezar a sentirlo.

Sin abrir los ojos, doy inicio al ritual, solo lo abro de vez en cuando para verificar que ella sigue allí, pero la timidez rápidamente me abofetea tan fuerte en un golpe seco, que me inclino a mirar hacia abajo y seguido, cerrar los ojos.

Tan suavemente llevo el ritmo, no hago nada, lo juro, son mis amigos de adentro que me mueven, ellos son los que realmente sienten esto, y lo hacen con mucha pasión, me dejo llevar, me dejo seducir, me dejo dominar. Vueltas y vueltas, arriba, abajo, no tengo un lugar fijo, solo me concentro en orientar mi voz hacia ella, mi pasión hacia ella… que lo disfrute, como lo estoy haciendo yo… como si fuera la primera vez… como si fuera la ultima vez… explotar, caer, tomar ese impulso otra vez, y seguir una y otra vez repitiendo cada paso… hasta que ella diga… “terminó”.